EL GATO MÁS SABIO

 

Hubo un tiempo en que los antiguos adoraban a los gatos por su tremenda sabiduría. Tan sabios y egocéntricos eran que decidieron adoptar a los humanos solo con el fin de ser siempre escuchados. Una noche debatían sobre cuál sería el más sabio entre ellos hasta que un foráneo se levantó entre el gentío y preguntó:

—¿será cierto que el comienzo de la sabiduría es el silencio?

Todos los gatos asintieron y su competencia se transformó en  miradas feroces y gruñidos. Tanto tiempo duró que los hombres dejarón de escucharlos y se fueron. Es por eso que si miras a un gato andar verás que su cola levantada seguirá en la duda de saber si hicieron bien.

Aldo Livia

28/01/2020