GRILLOS







Apenas se escuchaba el motor de los carros y las risas y conversaciones de las personas que transitaban por jirón Trujillo. El recinto religioso de Nuestra Señora del Rosario recibía con su fachada rosada y marrón a todos sus fieles ese lunes. Aunque no era una iglesia muy concurrida debido a su extraña ubicación si tenían ciertos fieles recurrentes. Esa tarde, solo dos mujeres se hallaban arrodilladas ante la sagrada imagen de las vírgenes entregadas a la meditación y reflexión ante Dios nuestro señor.  En eso, se comenzaron a escuchar susurros

—Padre nuestro, que estás en el cielo, 

todavía se sienta adelante la bruja esa. Como no le cae el rosario de Santa Rosita en la cabeza o de lleno le cae toda la imagen encima. ¡Santa Rosita, si tú hace eso, yo te mando hacer una imagen más bonita en Jirón Ica.

—Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. 

Por algo se ha sentado al fondo pues, ¿cree que no la he visto? SU CONCIENCIA seguro los santitos la queman con la mirada. Por eso no da la cara. No dice Mateo 18 y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas. Ahorita me paro y se corre la cobarde esa. ¡Con qué cara me va a mirar! ¡Así es la gente! ¡cobarde, mentirosa, traidora.

—Santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;

Por eso la estoy chequeando desde acá. Apenas vea que se pare y cuando salga yo la sigo carajo y afuera soy capaz de mentarle la madre y nos agarramos de las mechas si quiere ¡Ay mi corazón!, ¡me duele!, ¡yo soy una mujer frágil!, ¡Hay que perdonar! ¿Qué diría el padre, Guillermo?, ¡No!, ¡Estás en la iglesia, cojuda! ¡Hay que perdonar! ¡Perdona! Controla tu boca, tu pensamiento, mira que Jesús te está mirando y mañana es cuaresma. ¡Purifícate!, ¡Respira hondo como te dijo la doctora Chumbe de Essalud!

—Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

¡Por mi culpa, no! Por la culpa de esa mentirosa que me manda hasta el distrito de Independencia a buscar esa estola y casulla nueva para el padre Guillermo. ¡Como sonsa me ha hecho caminar por esos cerros de la Pampa del Ermitaño! ¡Todavía me ha mandado a las siete de la noche! ¡Ese señor confecciona barato!, ¡El padre Riquelme se hace ahí su túnica!, ¡tienes que ir ahorita! ¿y por qué no fue ella? ¡Yo soy más joven! ¡y si me roban, me pegaban, me violaba un fumón en la pampa!

—Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

¡Pero la cuaresma es mañana y hoy me desgracio carajo!  Pero esa vieja me las paga toditas. ¡Cómo me le va a decir al padre Guillermito que yo le he mandado sola para que le roben! ¡Y encima le dice en su cumpleaños del Padre! ¡Yo le dije una semana antes! ¡Una semana! ¡Cómo va ir un día antes! ¡Bien hecho que el sastre le cerró la puerta en la cara! y todavía se pone a chancarse el pecho como si tuviera corazón. ¡Hipócrita! , ¡Farisea!, ¡Salomé de callejón!, ¡y pensar que entraste a mi casa, has tomado lonche conmigo y le recomendé al ingeniero al fumón de tu nieto que ni sabía hacerse el nudo de corbata cuando lo lleve ¡Yo!, ¡yo!, ¡yo le tuve que hacer el nudo!, ¡Yo le preste el saco de mi Jaimito! ¡Felizmente ya se fue a España y no se junta con ese fumón! ¡Si olía  a yerba yo le dije a esa! ¡Tu nieto está fumando marihuana! ¡Qué mi nieto no hace eso, tiene valores, tú lo conoces de chiquito. ¡Vieja, babosa! ¡Bien hecho! Y qué te haga fumar a ti también! Hoy llamo al comisario, carajo ¡por mí lo ascendieron! ¡Y ahora por mi estas comiendo y usando zapatos nuevos, tarada!  ¡Y todavía con su cara de idiota dice: Padre, no pude traerle el regalito de la hermandad del rosario porque Raquelita me envió lejos a comprar uno más barato!

—Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.

Y encima me mira de reojo. Piensa que soy sonsa. ¡Qué no me he dado cuenta! Ahora el padre ya no me habla, ¿de dónde ha sacado esa casulla nueva?, ¿por qué el padre va a ir a su parrillada?, ¿por qué le deja cortarse su pelo?, ahora todo es jijiji, ¿por qué se ha venido sola antes de la misa?, ¿seguro quieres estar con el padre? ¡Mañosa! Lo quieres corromper, seguro que se lo quiere llevar al catre esa vieja mañosa.

—Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. ¡Amen!

¡Qué la metan presa a esa drogadicta, carajo! 

Apenas las dos mujeres terminaron sus oraciones respectivas las dos se pusieron de pie y se dirigieron sin mirarse al pequeño portón de la iglesia.

Buenas noches, hermana

Buenas noches, hermanita.

Aldo Livia - julio 2020


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